CubaEl 4 de agosto de 2.022 comenzó esta nueva aventura. Cuba.
De este lugar escuché hablar a mi mamá. Era para mí un lugar pendiente. Mi abuelo materno peleó con su papá y lo castigó yendo a luchar como voluntario a la guerra de la independencia de Cuba, fines del siglo XIX. No lo conocí, murió en España cuando era muy chica. Mamá contaba que vino de allí contando que el paisaje era hermoso, vegetación muy exuberante. Una metralla le dío en la pierna dejándolo con problemas para toda su vida, rengueaba, pese a esto no dejaba una mujer sin probar. Hasta ese momento no había salido de Vigo.
Bueno, llegó el momento de hablar de mi viaje a Cuba.
4 de agosto de 2.022.
Mis hijos me dejaron en Ezeiza a las 23:30. El vuelo salió como estaba previsto a las 2:00. Fila 4 pasillo. Boing 737 Max. Como siempre muy poco espacio. . Parada en Punta Cana. Vuelo muy cansador . Llegamos 13 horas, calor insoportable, húmedo, pegajoso.
Seeed. No agua ni posibilidades de comprar. Enorme desorden. A las cansadas llega el ómnibus que en 3 horas me lleva al hotel previsto Iberostar Costa Bella. Habitación en cuarto piso con enorme ventanal a la piscina y el mar. Bellísima vista. Habitación grande con dos camas espaciosas, cómoda, lampara de pie, buenos cortinados. Hotel está muy bien, pero falta mantenimiento. Nunca funcionó el cofre de seguridad y alguna cosita más. Las personas que atienden muy bien dispuestas a solucionar todos los inconvenientes.
Es un hotel all inclusiv. Llegué a las 18 horas, el sol se va a las 21, así que pude recorre a mi gusto. Saber donde iba a cenar. Acercarme al mar y por supuesto charlar con todas las personas que se cruzaron conmigo.
5 de agosto
Buen desayuno. Me llama la atención las frutas, colores vivos naranja-rojo pero bastante desabridas, 2 ó 3 tazas de café con leche y 1 tostada. Había islas con wafles, omelette, huevos........
En todos los sitios una persona cocinando y sirviendo. A las 10 el personal comenzó a servirse su desayuno y absolutamente dejaron de atender a los pasajeros para servir a sus compañeros.
Pasé al enorme hall para pedir mis 3 "cenas especiales" .Viernes 5 Criolla. Domingo 7 Italiana. Lunes 8 Mediterránea. De acuerdo a los dias de mi alojamiento me correspondían 3, pero me chamuyé al maitre y conseguí una extra el martes 9.
Reclamé por desagüe de inodoro y cierre de caja de seguridad. Lo primero solucionaron a medias, la caja nunca funcionó.
Me puse a conversar con una pareja de aproximadamente 60 años. Él médico nefrólogo, ella médica oculista. Me explicaron la situación económica que se vivía en el país. Me comentaron que estaban aquí porque un hijo vivía en EE.UU. estaba aquí paseando y les pagaba la estadía, ello sólos no podrían costeársela. No lo creí del todo.
En el comedor una señora que vivía en Cuba y se dedicaban al tabaco con su marido e hijos, me contó que no pudo comprarse el pasaje directo, necesitó que un turista se lo comprara. Quedé perpleja, al correr de los dias, comprendí eso y mucho más.
Almuerzo en el Mirador. Al aire libre protegido con un techo cerca de la playa, se escucha el ruido del mar, en islas con diferentes comidas, siempre con una persona que sirve lo que se pide. Bebida y comida tenedor libre. Calidad media. Mucho pollo, luego veo que cocinan para mi gusto, mucho las carnes. Postres variados. Como no me interesan mucho....
A la tarde, luego de la obligada siesta, o por lo menos ponerme a resguardo del sol y calor húmedo insoportable, con aire acondicionado para sobrevivir. Intenté llegar al mar. Muy difícil. Costa inclinada. Terminé en la piscina. Agua caliente donde me muevo con comodidad. Hay barandas para entrar y salir.
Cena Criolla. En el Mirador. Entrada plato principal Hemingway trozos de pescado con salsa, arroz negro moldeado, verdura. Linda presentación. Vino blanco, frío. Arroz con leche, super dulce.
Servicio especial. Menú escrito. comida gourmet, poquito, sabroso.
CUBA, un viaje inolvidable para mí.
ResponderEliminarHermoso tu relato.
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