miércoles, 26 de octubre de 2022

La Habana. Tercera parte

 15 de agosto Lunes

Bus doble piso CUP 1000. Destino hotel Nacional 1.930.   Bajé en la avenida del Malecon y preguntando y caminando llegué al Hotel. Cinco estrellas. Precioso. Entré y me presenté a la empleada de Relaciones Públicas le pedí recorrer el hotel y subir a la terraza. Me explicó que está cerrada por reparaciones pero que recorriera a mi aire, que la terraza que da a la bahía estaba habilitada: podía sentarme a disfrutar y comer allí.



Cuando se acercó el mozo me dijo antes de entregarme la carta que debía pagar con tarjeta.  Le dije que la había dejado en el hotel e hice ademán de pararme. Me tranquilizó, pidió que le pagara discretamente y tomó mi pedido. Un sandwich capuccino y cerveza C 470. (este número lo hubiera dividido por 24 y eso en dólares con tarjeta 19,60) esta es una orden del Gobierno porque necesitan dólares. Todo exquisito y muy bien atendida.  Precioso lugar con indicaciones de la época colonial y cañones.





La jefa de Relaciones Públicas cuando me fuí a despedir y agradecer me pidió le escribiera una nota a Tripadvisor y me regaló un folleto del hotel.

Desanduve el camino recorrido bajo los rayos del sol, tomé el bus y llegué al hotel hecha una piltrafa. Calor, humedad y sol.

Aire acondicionado y hermosa habitacióon donde un cisne de toalla me esperaba en el medio de la cama. Todos los dias la figura es diferente.  Eran más de las 14 horas.

A la tardecita peatonal entre el hotel y el teatro, caminé. Dicen que es una zona tranquila que no pasa nada. Luego a cenar a los Nardos.

16 de agosto martes

Me levanté sin destino. Bajé a desayunar y Esperanza me sugirió ir a la Fortaleza del Cerro. Había estado para la ceremonia del Cañonazo. Tomé taxi y le pedí que me viniera a buscar a las doce.

Hermosísima vista de la Habana. Saqué fotos con celular y máquina de fotos.




El taxi me vino a buscar y le pedí que me lleve al Museo de la Revolución. Está cerrado porque piensan hacer una puesta en valor. Sólo se puede pasar a la parte externa donde están los jeeps, botes y elementos que usaron entre 1.958 y 1.960. Me exigían dejar la pequeña mochila en unos estantes precarios. Supuse que era recaudatorio, me negué y entré con la mochila. Saqué fotos con la cámara.





Decidí volver caminando eran menos de 400 metros. Fuí al bar Cha-Cha-Cha tomé un jugo de frutas en la barra. Es un lugar turístico. CUP 125.

Ya eran las 13 horas estaba muerta de cansancio y calor. Deseaba llegar a la camita y el aire.

Seguí caminando y frente al hotel Inglaterra cuando busqué la llave me dí cuenta que me faltaba el teléfono. Entré al hotel desesperada, me indicaron que fuera a hacer la denuncia a la Policía.

Me hice llevar al bar y al Museo, para ver si se habia caído.Luego a la comisaria cerca del hotel.


miércoles, 12 de octubre de 2022

La Habana. Segunda parte

La Habana (2)

     La bañera tiene un borde muy bajo, pongo dentro una toalla y me baño con total comodidad. Mi cabello queda bastante mal y difícil de peinar. ¿será el agua ?


     Desayuno bueno servido en la mesa por camareros muy amables. 2 ó 3 tazas de café con leche, fetas finiiitas de fiembre y queso. Un trocito de masa. Rodajitas de fruta. Omelette.
Luego me llevaron en tour por el hotel. Sala de fotos de personajes famosos que pasaron por el hotel. Martí lo tomó como lugar de referencia en la Independencia. En ese tiempo la avenida frente al hotel tenía las murallas de la ciudad. Terraza preciosa desde la que se ve el mar en lontananza. Lindas vistas. Al lado del teatro Nacional. Bellas cúpulas.



     Hotel de 1.875. Cerámicas traídas de Andalucía. Muy bien cuidado y conservado. en el hall de entrada dos cuadros pintados por artistas cubanos. Mesas en la terraza que da a la calle pintadas en cerámicas con dibujos hechos especialmente. 
     Crucé la calle y tomé el bus de doble piso. u$s 10. Posibilidad de subir y bajar en todas las paradas. Bajé en el Mercado San José para ver artesanías. Nada interesante. Me cansa que llamen y no dejen ver tranquila. 





     Almuerzo en los Nardos, frente al Capitolio  a 200 m. del hotel. Sería el lugar donde comería toda la estadía. Gasto entre CUP 1.000 y 1.800 cada vez. Comida excelente. Lugar siempre lleno. Las personas que atendían super dispuestas sabiendo que había comido el día anterior y lo que me gusta. Aconsejando con buen criterio.
     Obligadamente ir al hotel con aire acondicionado. Imposible soportar el sol, calor y humedad.

     Todas las personas que me cruzan piden, un jaboncito, 10 dólares, antibióticos........Aquí no hay nada. Se acostumbraron a pedir. Hay una enorme necesidad y es en todos los niveles.
Fuí a la Floridita y la Bodeguita del Medio, lugares que popularizó Hemingway.

 La Floridita

Capitolio





Me ayudan a subir la vereda y me cuentan historias tristísimas para justificar el mangazo. Parecen novelas.

12 de agosto

     Cambié u$s 100 y me dieron CUP 11.000. Caminata por la calle Obispo. Encontré un español que me explicó como manejarme. Almorzamos en un barcito dentro de una feria artesanal.
     Frente a la Catedral encontré a una mujer yoruba que tiraba las cartas y buzios. Dijo tener 85años y la diabetes la estaba dejando ciega. Me pidió antibióticos, medicamentos o lo que fuera. Me dijo algo que sabía, que un hombre estaba siempre a mi lado protegiéndome. Y que me cuidara al cruzar la calle. Aparecieron en la tirada muchas espadas y ya sé lo que significan.
     A la noche fuí a un espectáculo nocturno de bailes y cantos tropicales con cena incluída. Me llamó la atención que todos los artistas eran mayores. Espectáculo bueno, divertido. Cena olvidable.  Esperanza, la encargada del hotel fue la que me vendió las entradas.







 Catedral


13 de agosto

     Tomé un taxi que me llevó a la plaza de la Catedral. Llevé medicamentos y todo lo que tenía a la señora yoruba. De allí caminando hasta la Plaza Vieja. Me senté en un café sandwich de cerdo?, queso, lechuga, cebolla y lechuga. Exquisito el pan y frapuchino. Cup 250 + 600 + 10% servicio. Total CUP 940.

     Volví por la calle Obispo compré agua 1y1/2 l a 300 CUP. En el hotel me habian cobrado 500cc a u$s2,18. Tengo heladera en la habitación. volví en taxi-triciclo no podía dar un paso más  al que le pedí que me venga a buscar a las 17 horas. 

     A la tarde vino un hombre jóven que me llevo a la ciudad Vieja. Le comenté que quería comprar café y recorrimos lugares que sólo están los locales. Tres transvestidos varones en mujeres. Una de ellas mulata, hermosa, sólo le faltaban las tetas. Un hombre se le acercó y le dió dinero. Luego pasamos por enormes colas de transporte, subían a combis de furioso color amarillo y cartel de taxi. Salían llenísimas de pasajeros parados no entraba medio más.
Puedo decir que estuve en la Habana profunda. El que me llevaba pedaleando dijo tener 39 años y vivir con su papá de 65 con distrofia muscular. Luego de bajar en un par de lugares y dejarme sóla en el triciclo, no las tenía todas conmigo pese a no tener nunca miedo, luego me dijo que me estaba mirando todo el tiempo. ¡No estaba equivocada!

     Gente sentada en el umbral de las casas, evidentemente viven allí. Se entrevee un lugar paupérrimo, lleno de objetos. Creo que estuve en la Habana profunda, por aquí no pasan los turistas.
     Caminando a los Nardos a cenar . CUP 1.400.

14 de agosto. Domingo.

     Tomé coco-taxi .Cochecito llevado por moto. CUP 300. Museo de Arte Cubano. Hermoso edificio de tres pisos. Pintura cubana, me pareció interesante verla. Encontré algo impensado: una sala con exposición de protesta Animales Salvajes. Cuidada por un hombre que me conté era pintor, pero no lo podía hacer porque le faltaban pinturas, cartones... 

     A la Fortaleza para la ceremonia del Cañonazo. Muy temprano. Buena vista de la Habana. Hermosa puesta de sol. Me llevó taxi al que le pedí que me venga a buscar despues de las 21.
Ceremonia que recuerda la época colonial de ciudad fortificada con esto avisaban la hora de cerrar todas las puertas de la muralla.



  Esperando me relacioné con familias que llevaban a sus hijos a la ceremonia. Abogados, médicos, todos profesionales. Me contaron las penurias para comprar comida. Horas de colas y sólo con euros o dólares en una tarjeta pre paga en lugares especiales.

 









Infografía de la Habana

 Infografía de la Habana



martes, 27 de septiembre de 2022

Varadero 

6 de agosto

      A las 8:30 vinieron a buscarme al hotel. Excursión a Cayo Blanco, almuerzo y contacto con delfines.

      Nos llevaron a la Marina donde subimos al catamarán. Quiero sentarme en el centro, a la sombra, un grupo grande de taiwaneses copó el lugar, veo un espacio libre en la punta y me siento. Uno de ellos intentó echarme, pero no lo consiguió, causándole disgusto. Dos trabajos para él. Todas las edades. Uno de más o menos 1 año con la cabeza rapada y un mechoncito con un lacito. Eran muchos, parejas, hijos, nietos,abuelos............ Larga travesía.                 

      Llegamos, calor insoportable, imposible caminar bajo los rayos del sol. Almuerzo, cola de langosta con caparazón, dura, durísima por exceso de cocción y verduras. Me invitaron a compartir la mesa una familia de Chubut. Luego fuimos a la playa una hora.

      Subimos al catamarán y fuimos a las piletas donde estaban los delfines.  Sacaron fotos, me interesó, pero dí mal el nombre del hotel y la foto nunca llegó. Luego regreso al hotel.

     Cena en el Mirador. Y a la cama 

7 de agosto

      Desayuno. Tomo el bus de dos pisos hacia Varadero pagué u$s 5, pasa por negocios de artesanías. El final es en una placita con un negocio, entro venden comida envasada, bebidas..... Se puede comprar solamente con CUT, con tarjeta. No entiendo. Luego me explicaron, sólo pueden comprar los locales con tarjetas de débito en las que previamente han cargado con dólares o euros.

      Volví al hotel a descansar y escapar del sol y calor. a las 16:30 volví a salir en la otra dirección. Sólo una seguidilla de hoteles. No vale la pena.

      Cena 20:30 restaurante Italiano. Comida gourmet. Poco y bueno. Restaurante muy bien puesto. Muy bien atendido.



8 de agosto.

      Esperé a la persona de la agencia que quedó en averiguar si podía hacer la excursión a 3 ciudades. No. No hay turistas. Genial el capuchino que sirven en el hall de entrada.

      Familia cubana, la señora mayor (69) me dijo que su marido tenía 48. Estaba toda la familia festejando los 15 de su nieto.

      Señora cubana (70) cuyo marido (53) está con su hija de 12. Viven en la Habana. Hay muchos cubanos en el hotel, son mayoría. Me llama la atención que por lo general las señoras mayores están con maridos mucho más jóvenes.

      Cena en el restaurante Mediterráneo.

9 de agosto

      Encontré a la familia cubana. La señora me regaló un lindo anillo. Charlé todo.

      Luego de desayunar a la playa. A las 13:30 a la habitación con aire acondicionado. Imposible estar afuera. A la tarde a la piscina. Cena en restaurante Italiano. Lo conseguí chamuyando, no me correspondía. Me acosté a las 2 de la mañana, charlando, por supuesto.

10 de agosto martes

      Desayuno. Saqué fotos en la playa. Hermoso el mar. Hasta pronto.

      Almorcé en el Mirador frente a la playa y desocupé la habitación.

     

      El ómnibus que me trasladará a la Habana llegó con 1 hora de atraso. Viaje sin contratiempos y nada especial para contar de 3 horas.

      Hotel Inglaterra de 1.875. Hermoso, muy bien mantenido, 2 ascensores que funcionan, detalles de muy buen gusto. Cerámicas españolas de la época. Techos y paredes interesantes.

      Habitación en 3er piso con balcón frente teatro Nacional. Cama de 1,30 m. ancho, placard, cómoda, mesa de luz, piso de cerámica bien mantenido. 

      Decido cenar en el hotel. Bifecito de cerdo, pequeño con verduras, pocas, y una copa de mango. Por la carta con la que pedí CUP 530. Cuando me trajeron la cuenta, casi me muero. u$s 21,25. Al número lo dividieron por 24 y eso me cobraron con tarjeta en dólares. Me explicaron que el turista sólo puede pagar con tarjeta por orden del gobierno que necesita dólares. Había cambiado u$s 100 y me dieron CUP 12.000. Protesté, me quejé. Nada. Una botellita de agua 500cc. u$s 2,18. Nunca más comí ni compré agua en el hotel. Los días siguientes me encantaba tomar café en la terraza frente al hotel, avisaba que no tenía tarjeta y el empleado me decía que pusiera con discreción los CUP dentro de la carpeta. Salía 800 CUP. Mesas con cerámicas decoradas por artistas cubanos.






martes, 20 de septiembre de 2022




Cuba

El 4 de agosto de 2.022 comenzó esta nueva aventura. Cuba.

      De este lugar escuché hablar a mi mamá. Era para mí un lugar pendiente. Mi abuelo materno peleó con su papá y lo castigó yendo a luchar como voluntario a la guerra de la independencia de Cuba, fines del siglo XIX.  No lo conocí, murió en España cuando era muy chica. Mamá contaba que vino de allí contando que el paisaje era hermoso, vegetación muy exuberante. Una metralla le dío en la pierna dejándolo con problemas para toda su vida, rengueaba, pese a esto no dejaba una mujer sin probar. Hasta ese momento no había salido de Vigo.

     Bueno, llegó el momento de hablar de mi viaje a Cuba. 

     4 de agosto de 2.022.

     Mis hijos me dejaron en Ezeiza a las 23:30. El vuelo salió como estaba previsto a las 2:00. Fila 4 pasillo. Boing 737 Max. Como siempre muy poco espacio. . Parada en Punta Cana. Vuelo muy cansador . Llegamos 13 horas, calor insoportable, húmedo, pegajoso.

     Seeed. No agua ni posibilidades de comprar. Enorme desorden. A las cansadas llega el ómnibus que en 3 horas me lleva al hotel previsto Iberostar Costa Bella. Habitación en cuarto piso con enorme ventanal a la piscina y el mar. Bellísima vista. Habitación grande con dos camas espaciosas, cómoda, lampara de pie, buenos cortinados. Hotel está muy bien, pero falta mantenimiento. Nunca funcionó el cofre de seguridad y alguna cosita más. Las personas que atienden muy bien dispuestas a solucionar todos los inconvenientes.


      Es un hotel all inclusiv. Llegué a las 18 horas, el sol se va a las 21, así que pude recorre a mi gusto. Saber donde iba a cenar. Acercarme al mar y por supuesto charlar con todas las personas que se cruzaron conmigo.

5 de agosto
      Buen desayuno. Me llama la atención las frutas, colores vivos naranja-rojo pero bastante desabridas, 2 ó 3 tazas de café con leche y 1 tostada. Había islas con wafles, omelette, huevos........
En todos los sitios una persona cocinando y sirviendo. A las 10 el personal comenzó a servirse su desayuno y absolutamente dejaron de atender a los pasajeros para servir a sus compañeros.
Pasé al enorme hall para pedir mis 3 "cenas especiales" .Viernes 5 Criolla. Domingo 7 Italiana. Lunes 8 Mediterránea. De acuerdo a los dias de mi alojamiento me correspondían 3, pero me chamuyé al maitre y conseguí una extra el martes 9.

      Reclamé por desagüe de inodoro y cierre de caja de seguridad. Lo primero solucionaron a medias, la caja nunca funcionó.
Me puse a conversar con una pareja de aproximadamente 60 años. Él médico nefrólogo, ella médica oculista. Me explicaron la situación económica que se vivía en el país. Me comentaron que estaban aquí porque un hijo vivía en EE.UU. estaba aquí paseando y les pagaba la estadía, ello sólos no podrían costeársela.  No lo creí del todo.
     En el comedor una señora que vivía en Cuba y se dedicaban al tabaco con su marido e hijos, me contó que no pudo comprarse el pasaje directo, necesitó que un turista se lo comprara. Quedé perpleja, al correr de los dias, comprendí eso y mucho más.
      Almuerzo en el Mirador. Al aire libre protegido con un techo cerca de la playa, se escucha el ruido del mar, en islas con diferentes comidas, siempre con una persona que sirve lo que se pide. Bebida y comida tenedor libre. Calidad media. Mucho pollo, luego veo que cocinan para mi gusto, mucho las carnes. Postres variados. Como no me interesan mucho....
      A la tarde, luego de la obligada siesta, o por lo menos ponerme a resguardo del sol y calor húmedo insoportable, con aire acondicionado para sobrevivir. Intenté llegar al mar. Muy difícil. Costa inclinada. Terminé en la piscina. Agua caliente donde me muevo con comodidad. Hay barandas para entrar y salir.
Cena Criolla. En el Mirador. Entrada plato principal Hemingway trozos de pescado con salsa, arroz negro moldeado, verdura. Linda presentación. Vino blanco, frío. Arroz con leche, super dulce.
Servicio especial. Menú escrito. comida gourmet, poquito, sabroso.











jueves, 15 de septiembre de 2022

Vigo      

     El viaje a Vigo lo hicimos Mamá, Miguel Angel y yo en el transatlántico Monte Udala, salimos de Buenos Aires el 30 de junio y llegamos a Vigo el 22 de julio de 1.951. Paseo organizado por Casa de Galicia. Barco de pasajeros y carga, quedaba muchos días en los puertos. Llegamos a Rio de Janeiro. Bajamos. Recuerdo la fiesta del cruce del Ecuador, me tiraron a la piscina sin saber nadar, vestida como estaba. Lo disfruté mucho. ¡Con lo que había mirado esa pileta sin poder entrar! Por supuesto no llevaba malla. a mi mamá no se le pasó la idea por la cabeza.

      Luego llegamos a Marruecos, hicimos una excursión que propusieron por Rabat, donde un moro me quiso comprar, cambiandome por camellos. Nos seguía, no se daba por vencido. Era de verdad, las niñas se compraban. Nunca había visto gente de otra raza, con vestimentas tan extrañas con una lengua diferente. Otras costumbres.  Me fascinó. No podía creer lo que veía. Olores. Sonidos. Colores.      Travesía de veintipico de días en los que lo pasé muy bien. No tenía miedo. Ni por supuesto me mareaba. un día de tormenta muy fuerte, mi mamá descompuesta en el camarote con mi hermano a su lado. Empecé a caminar por cubierta que estaba barrida por el mar, en dirección a la proa hasta que un marinero me vió y me mandó a los gritos adentro. ¿¿¿Me salvó la vida??



                                  Transatlántico Monte Udala


martes, 13 de septiembre de 2022

Viajando  

Vigo

     Lugar que conocí en 1.951. Fuimos con mamá y Miguel Angel. Luego de la muerte repentina de papá delante mío, tenía 9 años. Cosa que me impactó para toda mi vida. Decidió llevarnos a conocer a la familia. Viviá mi abuela Matilde. 

     La casa tenía una vista impresionante al mar, la montaña, todo verde. Nunca había salido de la ciudad de Buenos Aires. Por la ruta pasaban carros cargados tirados por bueyes con un labriego pobremente vestido que los llevaba con una soga. Mujeres con cestos en la cabeza protegidas con una rosca hecha de tela, llevando los objetos más diversos. Me mandó a un instituto para no perder el cuarto grado que estaba cursando. Hacíamos primer grado y primero superior. cumplo en setiembre y las monjas me dejaron en primero a los cinco años. Así hice todo muy rápido. Me puse de novia a los 16 años, me casé a los 19 y mi primer hijo nació a mis 22 recién cumplidos.

      Jugaba afuera con los chicos vecinos, cosa imposible en Buenos Aires donde vivía a dos cuadras de plaza de Mayo, frente al colegio Nacional Buenos Aires en un tercer piso con balcón.

    Mi tía nos daba "las once", costumbre que conservo, barra de chocolate con un trozo de pan o un huevito batido con oporto. Lo que me llamaba la atención era que me decía que comiéramos adentro porque "no tenía para darles a todos" iba de un lugar donde los tachos de basura estaban repletos de comida. Lo único que no me había gustado fue comer pan negro, que según me dijo mi mamá fue para mandar la harina a España ¿?.

      Encontrarme con primos y tíos. Nunca había tenido eso. Estaba mi tía Matilde que había vivido con nosotros hasta 1.946. Mis tios Pepe y Raimundo venían a buscarme para pasear. Esperaba esto ansiosamente. Una vez me vinieron a buscar, mi mamá no me dejó ir y patalee me tiré al suelo, me lastimé, tengo aún la marca en la pierna, armé un escándalo, pero no aflojó.

      Pepe, el mayor estaba casado con Isabel, a la que no querían y criticaban: tenía una enorme zapatería en Pontevedra con cantidad de zapatos de todos colores y formas. Ahora pienso ¿sería tan grande como la recuerdo ?.  Mi prima Margot de 20 años invitaba a sus amigas y me hacían hablar con mis modismos y cantito, como ellas decían, en el centro charlando, como ahora, me preguntaban y me sentía una estrella.  Mi prima Celia, tenía como 22 años y había sido mamá.  Lucha, la mayor se había ido a Venezuela, con muy buena suerte. Escuchaba todas las conversaciones, sobre todo cuando decían "hay ropa colgada". Había un primo Fernando, no me llevaba el apunte.  A Pepe le gustaban mucho los paseos al aire libre, paseos en lancha, en coche al campo. Comer sobre la hierba.

      Mi tio Raimundo tambien tenia tres hijas y un hijo. la mayor Alicia 5 años mayor que yo, Olga 2 años mayor y Fina 1 año menor. A la que le llevamos mi vestido de comunión. Mi mamá arrasó con todo para llevar. Me llevaban a ver funciones de teatro al aire libre, a pasear por enormes parques.  No era en terreno plano, como el que conocía.  Lo mejor compartir la habitación de mis primas. Si bien ellas eran serias. Yo les conté como era la concepción.  Ellas no se si sabian.

      Mamá, Rosina y yo nos fuimos de viaje en tren. Miguel Ángel quedó en Vigo. Llegamos a Calahorra mi tío paterno vivía en una casa de altos, abajo estaban las vacas, el olor era insoportable. Mi tía en una silla de ruedas, de madera. Mi primo Jesús, un poco mayor que yo, fue a comprar unos bollitos que tenían gusto a alcanfor, cuando nos vimos, ya adultos, él no se acordaba.  Escuché que mi tió le decía a mamá que me dejara con él, que era costumbre que el hermano mayor criara a los hijos del hermano fallecido. Por suerte no nos quedamos a dormir y seguimos viaje a Barcelona.

      En Barcelona nos alojamos en un hotel y fuimos a visitar a la tía de Celia y Margot. Ya había escuchado hablar de ella; había tenido una "vida ligera" y un hijo que estaba pupilo en un colegio de curas, en una salida, a los doce años, se murió en un accidente. Su departamento era muy grande y oscuro, con enormes cortinas de terciopelo, que no me dejaron tocar.

Me impresionó la Sagrada Familia, una enorme iglesia en construcción bellísima, con muchísimas grúas. Luego la fuí a visitar muchas veces y siempre me produce una sensación indescriptible. La última vez en 2.019 me dediqué a mirar la Luz, como ingresa a diferentes horas.

      Ahora no me puedo explicar como mi mamá se animó a ese viaje y cómo lo organizó. No había internet. Cada vez que pienso como mi madre resolvió la vida de ella y la nuestra la admiro más. Quedó viuda a los 45 años, sin pensión por mi papá, no era posible en esa época.

      Mi tía Matilde y mi mamá vinieron a la Argentina a ganar dinero para pagar la hipoteca que mi abuelo tomó sobre la casa que había heredado mi abuela. Cuando lograron su objetivo se volvieron a España. Empezaba el Movimiento que desembocó en la Guerra Civil Española. Las dos se volvieron a Buenos Aires. ¡ Gracias a Dios para mí !

      Papá y mamá se conocieron en setiembre de 1.940, se casaron en diciembre. Y el 29 de setiembre de 1.941 nací yo.

     Las dos mujeres compraron un hotel-pensión. Mi papá trabajaba en la estación Sola. Me llevaba algunas veces. Miguel Angel nació el 17 de mayo de 1.946. Matilde vivió con nosotros hasta que él cumplió 6 meses. Había muerto mi abuelo y mi abuela no podía quedarse sóla con tía Rosina, que era "sordomuda". No tuvo elección, debió ir a cumplir su deber. Nadie preguntó su opinión. Siempre sintió mucho haberse ido a España.

          Paseando por Vigo.Tía Rosina, mamá y yo.                           Vigo. Mamá, Miguel Angel y yo.




De donde venimos FAMILIA

 Hola: Aquí voy a hacer el árbol genealógico: Germán Palacios Garrido Padre: Ángel Palacios                          hijo de Antonio Palacio...